y la moledora de carne

Thursday, September 08, 2005

Discurso (segunda parte)

“…y anestesia. Más anestesia. Un colchón de plumas gordas donde descansar los instintos. Y no grite, por favor. Guarde la fiebre de su torpe espíritu. Aquí no lo necesitamos, señor. Esto es una ciudad. Rodilleras aquí, vacunas y repelente para mosquitos. Ve esos amortiguadores? Esa calle cumplidamente pavimentada? Ahí. El balde de agua tibia y jabón. Moje ese vértigo, póngalo a secar. El apremio de las emociones, la bravuconada visceral. Esas cosas acá no las queremos…”

“Pero ¿acaso fueron ustedes consultados? ¿en algún momento?
Insisto, el hombre no eligió vivir tres centímetros por encima de la vida. Mirar de reojo y seguir.

Y más; el hombre no quiere esto. El hombre quiere encandilarse con el sol y quemarse los pies. Gastar su piel en el viento y en el frío. Agotarse.
El hombre no quiere salvarse. Sólo que no lo sabe.”

4 Comments:

Blogger mirona said...

de manera indirecta, su visión del hombre no deja de ser muy optimista, pepillo.

7:06 AM

 
Blogger Pepe said...

soy un eterno optimista, mirona amiga. Un otimista del gol, como el Roly Zárate o Chatruc. Aunque quizás Ud. no aprecie las metáforas futboleras..

8:27 AM

 
Blogger mirona said...

qué cagada! vamos muertos, no cazo balón de fobal. no desperdicie pólvora en chimangos.

8:53 AM

 
Anonymous Anonymous said...

Upa! Y sorprendió con una metáfora futbolera!

7:34 PM

 

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