te dejo este yorcito

te dejo este yorcito.
Lo cuelgo acá,
al lado del saquito celeste que te tejió tu abuela
y del reloj/gato a cuerda.
No se lo prestes a nadie
Y no lo dejes guardado en el fondo del cajón

te dejo este yorcito,
miralo como brilla.
Uno igual usó Rubén Paz durante nueve campeonatos seguidos
Y también tu papá en la tribuna
la tarde que perdimos cinco a uno con river,
cuando Capria se perdió dos penales
después de haber metido trece seguidos.
Miralo,
Brilla.
Los yorcitos son para que los usen
- no le hagas caso a tu mamá -
Y nunca para que se tiren
O se olviden.

Fijate
que no es de algodón
ni de esas telas nuevas que absorben la transpiración.
Un día te lo vas a poner cuando estés un poco viejo y pasado en kilos
Y lo vas a transpirar todo y a romper un poco en el costado.
Es así;
Este yorcito tiene la furia del glorioso Rácin Club
Este yorcito no se lava.
Te lo digo,
igual,
Pero vos vas a saber,
Ni va a hacer falta.
Vos vas a saber

Te dejo este yorcito para que te acuerdes de putear
el domingo en la cancha
porque
otra vez no clasificamos a la libertadores
o porque no le podemos ganar a boca.
O porque el gerenciador
o el arquero..
Pero vos vas a saber
Y te vas a acordar.
Porque en Rácin no se olvida
ni tampoco se llora.

Te dejo este yorcito
para que putees
Te dejo este yorcito
Para que nunca lo laves.
Ni siquiera si lo manchás con vino
o con la salsa con perejil y puerro esa que hace tu vieja.