cada vez pior
un rectángulo de ladrillos
con arena adentro
en la entrada
de la casa
por el lado del patio
y yuyos creciendo
encima de la arena
una silla mojada
con dos tablas
cruzadas
haciendo de asiento
un perro sucio
con el pelo negro
y marrón barniz
una pared húmeda
“Así de pastillas le había dado el médico para que tome”,
dijo la Señora
“Y andaba cada vez pior”
En el almacén un pibe
con un tatuaje de la Mona
espera para comprar pan
el policía gordo piensa en otro café y otra factura
el vecino borracho vuelve en bicicleta a la casa
(…)
Hay mucho ruido
Once de la mañana: Johana aún no se levanta
(y no tomó las pastillas)
Un taladro eléctrico que golpea la piel
El tiempo
Y ruido